Mis primeras aventuras las viví en las páginas de los libros de mi infancia. Probé la magia de la mano de Harry Potter y me adentré en Narnia a través de un ropero que siempre imaginaba igual al mío. Pero no fue hasta que llegaron a mis manos los libros de viajes que entendí el verdadero poder la escritura: estos son los libros que me han llevado a recorrer los rincones más apartados de la tierra, o a formar parte de las aventuras más intrépidas. Son mis diez libros de viajes preferidos:
El Fin es mi Principio – Tiziano Terzani

A través de conversaciones que entabla con su hijo en las postrimerías de su vida, Terzani se embarca en el relato de sus experiencias trabajando como corresponsal internacional alrededor del mundo. La mirada del autor es siempre curiosa, limpia y honesta: Terzani no tiene miedo de mirar debajo de la alfombra y contar lo que ve. El periodista italiano estuvo en situaciones que, aderezadas con su hermosa habilidad para narrar, se acercan a la frontera de la ficción (aunque por supuesto no lo son): estuvo en situaciones tan caóticas como el ascenso de Jemeres Rojos en Camboya, la China de Mao o el apartheid sudafricano.
Días de Viaje – Aniko Villalba

En el 2008 Aniko salió de Buenos Aires a Bolivia y comenzó así un viaje que duraría una década, aunque entonces ni siquiera se lo imaginaba. En Días de Viaje la autora relata su visión de la cotidianidad de América Latina y Asia con su mirada siempre enfocada en todo lo que le despierte la curiosidad, detalles que no deja escapar y que convierten al lector en un acompañante. Es el primer libro de viajes que leí y un gran gran “tenés que leer” en la literatura de viajes.
Ebano – Ryszard Kapuscinski

Kapuscinski es considerado uno de los mejores periodistas de su época. Pasó más de veinte años destacado en África trabajando para la prensa polaca y sus crónicas son tremendas tanto por su forma de ser como por su habilidad a la hora de contarlas. Es autor de grandes libros de viajes y les recomiendo que los lean todos. En Ébano, el autor aborda una serie de relatos sobre su tiempo en el continente. La acción casi nunca se detiene: en su búsqueda de noticias se mueve constantemente de país en país y más de una vez pone su propia vida en peligro en busca de encontrar la raíz de la noticia. Es un clásico consagrado de la literatura de viajes y una puerta de entrada al mundo extraordinario de Kapuscinski.
El viajero – Gary Jennings

Este libro me gusta por lo diferente: por su ubicacion temporal se sale de la normal clasica de los libros de viajes. En El Viajero, Jennings relata la vida y aventuras de Marco Polo, desde su infancia en la Venecia del Siglo XII a su experiencia en la corte de Kublai Khan, pasando por sus viajes a lo largo de la ruta de la seda. El autor relata y describe con tal maestría que a pesar de la lejanía temporal el lector termina por transportarse y acompañar al protagonista en ese viaje medieval.
El Sha. O la desmesura del poder – Ryszard Kapuscinski

Este libro no relata un viaje en si, al menos no en la forma tradicional de entender un viaje: Kapuscinski se encuentra casi atrapado en la Teherán post revolución e intenta entender como ha caído el Sha. Para lograrlo hace lo que mejor sabe hacer: viajar y preguntar. El libro es un viaje hacia un país especialmente bastardeado por la propaganda occidental, abordado desde la mirada crítica (cínica a veces) del autor.
El Viejo Expreso de la Patagonia – Paul Theroux

Después del éxito de su clásico El Gran Bazar del Ferrocarril (si, horripilante la traducción del título), el autor, eminencia en libros de viajes, se propone repetir la hazaña encarando un viaje que busca enfocarse en el viaje más que en el destino. Así, se toma un tren en Boston con la idea de llegar hasta la otra punta del continente. En su viaje épico por las Américas el autor no se despega de la ventanilla y se puede sentir el traqueteo de los trenes que va tomando para llegar, después de unos meses, al espacio vacío de la Patagonia argentina.
Caminos Invisibles – Juan Villarino y Laura Lazzarino

Este libro va en camino a convertirse en otro clásico de la literatura de viajes de Argentina. Juan y Laura cuentan como el camino los junto y como fueron, a partir de entonces, recorriendo los caminos invisibles de Sudamérica. El título no responde solo a la lírica, sino que los autores se embarcan en un viaje con la consigna de recorrer los caminos secundarios para entrar en contacto con los pueblos y las aldeas que componen el alma del continente.
Spoiler: lo logran, y lo que más me gusta del libro es que ambos autores tienen un estilo tan marcado que te familiarizas con sus voces y al leerlos terminas por sentir no solo que estás viajando con ellos, sino que son ellos los que te están contando su historia.
Siete Años en el Tibet – Heinrich Herrer

Publicado por primera vez en 1953, este libro se hizo mundialmente famoso por la película de mismo nombre protagonizada por Brad Pitt emitida en 1997. Pero les prometo que el libro es mil veces mejor que la película. En sus páginas Harrer relata su experiencia escapando de un campo de trabajo chino y su epopeya por el Himalaya para llegar al Tíbet.
En una época en que las culturas asiáticas más tradicionales (como la tibetana) se mantenían cerradas a occidente, Herrer es un testigo privilegiado de los rincones de un país que ya se veía venir su propio apocalipsis: la invasión de China estaba encaminada.
Lacronica – Martin Caparrós

Caparrós es quizás el escritor de libros de viajes de mayor renombre en Argentina. Como corresponsal internacional, el autor relata sus viajes por la Amazonia boliviana y los mercados de niños de Sri Lanka, por una Hong Kong ahogada en capitalismo y por una Belgrado bombardeada.
Lacronica es un paseo por las crónicas que Caparrós fue escribiendo a lo largo de sus años como corresponsal, aderezado (y acá está el valor agregado para cualquier persona interesada en escribir narrativa) con capítulos en los que desmenuza y analiza la tarea de los cronistas.
Barquitos de Papel – Ariel Matzkin

Barquitos de Papel – Relatos de un viaje a mano alzada es mi primer libro. Es el relato de los vaivenes de nuestra relación a través de las latitudes de Nueva Zelanda, y de nuestros viajes por el Sur de Asia: se cuentan relatos inéditos de nuestras aventuras en Malasia, Indonesia, Tailandia, Nepal e India.
La sinopsis: En el 2011, a los diecinueve años, Ariel se fue a pasar el verano trabajando en Nueva Zelanda. Fue sólo, pero a unas horas de abordar conoció a Celeste, que tenía un pasaje para el mismo destino, en el mismo avión, a un asiento de distancia. Desde entonces han viajado juntos por más de cincuenta países, han vivido y trabajado en Oceanía, Asia y Europa, han comido sin saber lo que comían, andado sin saber a dónde iban y hablado sin saber lo que decían.
En Barquitos de Papel, su primer libro, Ariel relata el vaivén de su relación por las latitudes de Nueva Zelanda y sus viajes por el sur de Asia: el día que se ahogó a 6 metros de profundidad buceando en Indonesia; el día en que el miedo casi lo tira a un precipicio en las alturas del Himalaya nepalés; el día que tuvieron que escapar de un centro de meditación en la India; el día que festejaron el año nuevo chino en una aldea perdida en la campiña malaya; el día en que olieron carne humana en Benarés; los días que pasaron durmiendo en el Templo Dorado de los Sijs; el día en que dieron una charla en una escuela de una aldea en Java; y muchos, muchos días más. El autor relata cómo el viaje mismo les fue develando el camino a seguir, cómo se fueron dejando llevar por la corriente del presente a todo lo ancho del sur de Asia, con los impulsos como guía y los caprichos como consejeros.
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¡Qué tengan buenas rutas!