En Ucrania existe un medio de transporte autóctono, producto de la ineficiencia de otro medio de transporte un tanto más universal. En el lunfardo local lo llaman mashrutca que suena bastante como matrushca aunque no tiene nada que ver con las muñecas desmontables rusas. Las mashrutcas son camionetas viejas reutilizadas por empresas privadas para operar como transporte público. Son unas grivnas más caras que un colectivo pero mucho más rápidas y operan con más frecuencia.
Las calles ucranianas están inundadas de mashrutcas: las hay blancas y las hay ploteadas con publicidades, las hay nuevas y las hay viejas, soviéticas, casi penitenciarias. Son como motos agrandadas, zigzaguean entre autos y colectivos, se estacionan dónde quieren y por el tiempo que les parezca. Son la versión ucraniana de un transporte nacional y popular.

Instrucciones para viajar en una mashrutca:
- Esperar con paciencia: la mashrutca se mueve a voluntad del chofer y puede llegar a la parada en cualquier momento, independientemente de la hora anunciada. Para hacer más amena su espera le recomendamos que cuente cuántas señoras pasan caminando con la cabeza envuelta en un pañuelo.
- No pague al subir: cuando al fin arribe la mashrutca a su parada compruebe que se sube a la correcta controlando el numero impreso en un cartelito blanco o en una hoja de papel pegada en el parabrisas de la camioneta. Recuerde saludar al conductor al subir (un simple draztutia alcanza) y no pague, sino que busque un asiento donde relajarse durante la entera duración de su viaje. No se sorprenda si no hay asientos, sobretodo en hora pico. En estos casos, viaje parado como el resto de los mortales.
- No se alarme por nada: como regla general, si ningún otro pasajero en la mashrutca se alarma, usted tampoco lo haga. Si falta el conductor es que quizás se fue a fumar un cigarrillo o a saludar a algún almacenero amigo. Si ve que la puerta de la mashrutca se abre sola el chofer seguramente la cerrara con una cuerda oportunamente atada. Recuerde: si nadie más se alama, usted tampoco.
- Pase la plata hacia adelante: durante todo el viaje, dependiendo de su posición dentro de la geografía de la mashrutca, le irán pasando plata desde atrás con destino al conductor. Usted debe recibirla, escuchar lo que le dicen, pasar la plata y repetir la indicación. Como si estuviera jugando al teléfono roto de su infancia pero con el riesgo de exasperar, enojar y alterar a los pasajeros habitué de la mashrutca. Por eso, atento. Los ucranianos hablan con asertividad y siempre parecen que estuvieran haciendo un berrinche. No se asuste, usted escuche, reciba y pase. En algún momento le puede llegar también el vuelto con destino al pasajero: usted páselo para atrás sin ver, que alguien lo va a recibir.
- Identifique y pague: cuando se esté acercando a su parada (asumimos que estará atento a algún mapa, analógico o digital) relea el nombre de la parada, ensáyelo en silencio tres veces, prepare la plata para pagar (mejor si es justo), toque el hombro del pasajero de adelante, extiéndale el pago del pasaje y dicte, con la mayor dicción y claridad, el nombre de su parada. Si usted está pagando por más de un pasaje, es el momento para decirlo.
- Descienda de la mashrutca: una vez arribada la mashrutca a su parada de destino bájese y rápido. Si un pasajero que sube le impide la salida usted se pone firme, dice pashausta y avanza con una sonrisa de disculpa. Antes de bajar, recuerde agradecer al chofer de la mashrutca.
Ya está usted listo para la experiencia iluminadora, reveladora e inmersiva de viajar en una mashrutca en Ucrania. Si se pregunta por qué no le cobran el pasaje al principio en lugar de al final, si se pregunta por qué nadie se roba esa plata que pasan de mano en mano, siga preguntándoselo porque nadie, y los ucranianos menos que nadie, lo saben. ¡Buen viaje!

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¡Qué tengan buenas rutas!
Una respuesta en “Instrucciones para viajar en una Mashrutca”
[…] Yo no me siento, tengo frío. Camino de acá para allá, miro al cuervo, miro a Celeste. Miro a la mashrutca que llega, […]