Hay un fenómeno muy particular que se repite siempre en las fronteras. A medida que nos acercamos a los límites de un país, podemos ver, oír y hasta oler cada vez más cómo las culturas de ambos estados se van fusionando, influenciando. Los idiomas, las comidas, la arquitectura, los modismos y hasta las religiones se ven trastocadas por la presencia próxima del país vecino. Eso mismo es lo que pasa en la increíble región de Manchuria, por la que viajamos a bordo del Tren Transmanchuriano, donde el norte del gigante asiático se abraza al este de Rusia.
En esta guía les vamos a contar los cómo, cuándo, cuanto, donde y por qué de un viaje a bordo del tren Transmanchuriano de bajo presupuesto con destino a conectar con el legendario tren Transiberiano.
El Tren Transmanchuriano
La región de Manchuria abarca el noreste de China y una pequeña parte (proporcionalmente) del sureste de Rusia. Es una zona de grandes espacios y ciudades pequeñas. El clima se mueve en los extremos, con calor agobiante y altos niveles de humedad en verano y frio cuasi ártico en invierno.
En nuestro camino por China con destino a Rusia, nos encontramos en una encrucijada cuando llegamos a Beijing (Pekin): podíamos seguir por Mongolia a bordo del tren Transmongoliano para conectar con la línea del Transiberiano en Rusia (la ruta más tradicional) o seguir por China cruzando la región de Manchuria a bordo del tren Transmanchuriano.
Elegimos la segunda opción por varias razones, una siendo que los argentinos debemos sacar una visa de turista para ingresar a Mongolia que cuesta alrededor de 50 USD, además de que el tramite tarda entre 2 y 3 días; y otra siendo que nos llamaba más la atención la ruta menos transitada, la del norte de China, la de Manchuria.
¿Cuándo?
Técnicamente se puede viajar por Manchuria en cualquier época del año, pero hay unos cuantos factores a tener en cuenta:
Lo más probable es que si están viajando a bordo del tren Transmanchuriano es porque se dirigen a Rusia (o porque de ahí vienen), por lo que la época del año a elegir dependerá también del clima en ese país.
Dicho lo anterior, una tradicional experiencia rusa a bordo del tren Transiberiano incluye el hielo y la nieve del invierno durante los meses de diciembre, enero y febrero. Esto, claro, si van a poder soportar las temperaturas extremas de la Siberia rusa, que puede llegar a los -30° centígrados.
En cambio el verano, en los meses de junio, julio y agosto, puede resultar sumamente molesto teniendo en cuenta la cantidad de horas que pasaran en los trenes y que las temperaturas pueden superar los 30° centígrados.
La mejor opción cuando se viaja por lugares de climas extremos es casi siempre hacerlo durante la primavera o el otoño, los puntos medios.
Nosotros viajamos a principios de la primavera (mediados de abril) y todavía tuvimos que soportar climas relativamente fríos de entre -5° y 5°. Nos pareció una época muy propicia para viajar tanto por Manchuria como por Siberia, porque el calor del verano aún no había derretido el hielo del Lago Baikal, y el clima no era tan frío como para empujarnos puertas adentro y quitarnos las ganas de pasear.
¿Cómo?
El tren transmanchuriano no es un tren en particular sino una línea ferroviaria que atraviesa la región de Manchuria y que pasa por una considerable cantidad de pueblos y ciudades.
La forma de comprar los pasajes es exactamente la misma que en el resto de país, cómo ya les contamos con lujo de detalles en la guía práctica para viajar en tren en China.
¿Cuánto?
Los pasajes más económicos que conseguimos para nuestro viaje a bordo del tren Transmanchuriano fueron los siguientes:
Beijing – Harbin: 156 RMB por persona en categoría Hard Seat.
Harbin – Manzhouli: 109 RMB por persona en categoría Hard Seat.
Ir desde Manzhouli (China) hasta Zabaikalsk (Rusia) nos costó 92 RMB por persona en colectivo.
¿Dónde? Las paradas del tren en Manchuria
Aclaracion: El tren tiene muchas paradas, pocas de las cuales tiene relevancia turística, por lo que obviamente no paramos en todas ni mucho menos. Contábamos con pocos días ya que después de viajar por toda China de sur a norte en tren, se nos acababan los 30 días que teníamos permitido estar en el país.

Así, de entre los siguientes destinos, describiremos especialmente los que nosotros visitamos, y los que nos hubiese gustado visitar. Partiendo de Beijing, el tren Transmanchuriano hace parada en:
- Shen’yan.
- Harbin: la ciudad más grande del norte de China, en algo más de un siglo paso de ser un asentamiento para los trabajadores rusos que construían la línea ferroviaria del tren Transiberiano a ser una metrópolis de 10 millones de habitantes. En esta hermosa ciudad se puede empezar a apreciar lo que describíamos al principio, la mezcla cultural entre los países limítrofes. Harbin cuenta con una impresionante catedral ortodoxa típica de Rusia, con un área histórica emplazada alrededor del río Songhua que al día de hoy mantiene el fuerte carácter arquitectónico ruso de sus fundadores, y con una preciosa calle peatonal llena de la parafernalia comercial china con claros toques rusos. La ciudad es enteramente caminable, con una costanera realmente hermosa y bien conservada. Bien vale una visita de aunque sea una o dos noches. Nosotros, como contábamos con sólo unos días para salir del país, arreglamos los trenes para llegar a Harbin a la mañana temprano, y seguir camino hacia Manzhouli a la noche de ese mismo día (así usamos las 14 horas de por medio para conocer lo más posible la ciudad).
- Boketu.
- Hailar.
- Manzhouli (frontera chino-rusa): como toda ciudad fronteriza, Manzhouli es una mezcla absoluta de ambas culturas. La mayoría de la gente allí habla ruso y mandarín, y la mezcolanza cultural se aprecia tanto en los suvenires y demás productos comerciales, como en las ofertas gastronómicas. Turísticamente no tiene mucho para ofrecer, pero es una buena oportunidad para pasar la noche y arrancar el siguiente tramo, el que conectara con el tren Transiberiano, bien temprano al día siguiente.
¿Por qué? Del otro lado de la frontera los recibirá el ínfimo pueblo de Zabaikalsk, de donde sólo salen cierta cantidad de trenes por día, y donde no es para nada fácil encontrar un lugar para dormir, debido a su reducido tamaño.
Cruzar la frontera
Más de una vez hemos cruzado una frontera caminando (para entrar a la India, por ejemplo). El concepto es simple, un colectivo te lleva hasta la aduana del país en el que estás, haces los tramites, y te subís a un colectivo del otro lado que te lleve al primer pueblo del otro país. Fácil, ¿no?
En general, sí. Pero nunca nos costó tanto cruzar una frontera como la de China-Rusia. A continuación les vamos a explicar por qué, y cómo hacer para que no les pase a ustedes:
El primer problema con el que nos topamos en Manzhouli fue encontrar la terminal de colectivos. ¡Pero espera! ¿No le podían preguntar a la gente? Bueno, al parecer, o la gente no nos lo quería decir o realmente no lo sabía (o, claro, tal vez nos expresábamos mal al momento de pedir las indicaciones).
La cuestión es que a pesar de ser un pueblo relativamente pequeño nos tomó alrededor de 4 horas encontrar la estación.
Al final, y gracias a la ayuda de una viajera que leyó mi pregunta en un foro de viaje, la encontramos. Para hacerlo hay que alejarse del centro siguiendo siempre por la calle Wudao, que es la continuación de la calle Huabu, y la verán a mano derecha.

Una vez en la terminal, nos topamos con ésta tabla:
Por suerte, sabiendo que nos esperaban varios meses en Rusia, yo llevaba un mes estudiando el abecedario cirílico, por lo que pude descifrar el menjunje de caracteres, horarios y precios para determinar lo siguiente:
- Manchuria (Маньчжурия en cirílico) es la forma rusa de referirse a Manzhouli, y el recorrido desde allí a Zabaikalsk (забайкальск) cuesta 92 RMB.
- El otro recorrido representado en la primera parte de la tabla es el de Manchuria – Borzya (Борзя), un pequeño pueblo ruso aún más aislado que Zabaikalsk.
Con esta información, nos acercamos a la ventanilla a querer comprar pasajes (con la ayuda de nuestros celulares) para el día siguiente a Zabaikalsk en el primer horario (10:10 AM), pero la señora que atendía, que por supuesto no hablaba una palabra de inglés, no nos lo quiso vender.
Mi paciencia ya se había agotado hacía rato, pero por suerte después de insistir un rato Celeste entendió las señas de la mujer y llego a la conclusión (correcta) de que no vendían pasajes para el día siguiente, que había que comprarlos en el mismo día.
Así que volvimos al hotel a descansar. Al día siguiente fuimos bien temprano a la terminal, volvimos a la ventanilla y pedimos el próximo colectivo a Zabaikalsk. Finalmente conseguimos los pasajes y después de unas horas de espera nos subimos al colectivo.
Pero no iban a terminar allí las complicaciones. El paso fronterizo entre China y Rusia por la región de Manchuria es un cuello de botella. Cientos (si es que no miles) de rusos pasan todos los días la frontera con bolsos gigantes cargados a reventar de productos chinos para revenderlos en el mercado ruso, por supuesto sin pagar impuestos.
Esto hace al cruce de frontera dolorosamente lento. Pero de paciencia estamos hechos los viajeros, así que nos sentamos a esperar. Por suerte, eventualmente se nos dio por charlar con una señora que teníamos cerca. Cuando la misma se enteró que no éramos ni rusos ni chinos, sino extranjeros, se revolucionó la pequeña aduana.
Escuchábamos como corría el rumor de boca en boca. Argentinsky, argentinsky, decían. Hasta que sólo unos 10 minutos más tarde, un oficial de aduanas ruso nos empezó a llamar a gritos.
Con las mochilas a la espalda nos saltamos la fila y luego de responder a las preguntas bruscas del oficial, que por otro lado nos trató de maravillas, entramos al fin a la gran tierra rusa.
Del otro lado todo iba igual de lento, y el colectivo que debía llevarnos hasta Zabaikalsk no aparecía, por lo que el mismo oficial que nos había hecho pasar arreglo con otro colectivero para que nos llevara a la estación y así no perdiéramos nuestro tren (ya le habíamos dicho que teníamos comprado los pasajes de tren de Zabaikalsk a Chita).
Consejos
Como siempre en nuestras guías, para terminar les vamos a dejar algunos consejos aprendidos a partir de nuestra propia experiencia:
- Cambiar dinero en toda China es un autentico desafío. Cambiar Yuanes chinos por Rublos rusos en Manzhouli es prácticamente imposible, por lo que les recomendamos que lo intenten hacer mientras estén en Beijing. La mejor opción es ir al Banco de China (Bank of China), que es donde nosotros conseguimos cambiar dólares.
- Para cruzar la frontera llévense una saludable provisión de comida y agua. No hay forma de saber exactamente cuanto van a tardar y en la frontera no venden nada (aunque cabe aclarar que al menos baños hay). Nosotros nos aprovisionamos en la estación de colectivos de Manzhouli.
- A medida que van subiendo hacia el norte el clima se va poniendo mas y mas frío, independientemente de la época del año. Ténganlo en cuenta a la hora de preparar la mochila de mano, en la que un buso o una camperita los puede salvar de pasar frío cuando lleguen a destino. Nosotros salimos de Beijing en mangas cortas y llegamos a Manzhouli de campera polar.
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¡Qué tengan buenas rutas!
Una respuesta en “Guía del Tren Transmanchuriano – por Manchuria con destino a Rusia”
[…] oeste. Hoy en día, a este antiguo ramal se conectan otros dos que de a poco van ganando renombre: el Transmanchuriano (por China) y el Transmongoliano (por […]